Queridos Rancheros de la Paz,
Como guerrero espiritual, tienes que tener esto muy claro: "Si soy parte del Todo, entonces no estoy en tensión ni en necesidad. Sé que soy parte de todas las cosas. No siento carencia ni presión. Estoy preparado. Estoy en silencio. Estoy en paz. Puedo lidiar con cualquier forma que se me presente y dejarla ir. No estoy atado a nada". Esta es la imaginación correcta.
John-Roger
Estamos construyendo un parque infantil con los fondos recaudados en el cumpleaños de John Morton del año pasado. Cuenta con una piscina para niños y un arroyo. Con frecuencia traemos a los jóvenes para que inspeccionen y den su opinión constructiva y, hasta ahora, hemos recibido muchos Ooh y Ah.
Tuvimos una fiesta de trabajo improvisada este mes con la Presidencia del MSIA (Vincent, Jeffrey y Anna) suministrando la mayoría de nuestra fuerza de trabajo.
¡También tuvimos una maravillosa reunión de paz este mes facilitada por los amigos del rancho, Kay y James!
Rama la Bienamada comparte los detalles:
Desde el momento en que se llega a la puerta, la energía, la belleza y la majestuosidad de Windermere se extienden y le dan la bienvenida a uno para relajarse, recibir y disfrutar de la notable paz que impregna todo. Parece que con cada año que pasa Windermere se vuelve más encantador, más acogedor, mostrando la notable gloria majestuosa del impresionante jardín curativo de la naturaleza de robles, estanques, enormes rocas vestidas de líquenes, laberinto y vistas exquisitas. Verdaderamente un trozo de cielo en la tierra.
En un momento dado, subimos en círculos y cantamos el Anai-Hu. Para nuestra total sorpresa, se oyó un ruido muy fuerte. Luego se repitió. Y se repitió de nuevo... hasta que se unió un coro entero de ranas toro de garganta profunda desde su refugio de loto flotante mientras croaban ruidosamente su serenata recíproca a nuestros Anai-Hu. Al principio, nos preguntamos qué estaba pasando, hasta que se hizo absolutamente evidente. No habían emitido ningún sonido antes de nuestros cánticos y ninguno después de que dejáramos de hacerlo. Fue un momento encantador de unidad. Y, de alguna manera, hizo que la paz reinante fuera aún más palpable. Pero, después de todo, así es el mágico Windermere.
Te amamos. Que Dios te bendiga. Paz mantén la calma,
Milo, LeiLani, y Ari para el Rancho Windermere
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